Portrait of young african american dark skinned man in orange rain coat, holds his chin, looks up and thinks about plans for the future stands over blue background.

Me siento mal, pero estoy bien

Tiempo de lectura: 3 minutos

«La vida consiste en adentrarnos en lo desconocido y adaptar nuestras acciones a este nuevo conocimiento así adquirido»

– León Tolstoi

Sentir, pensar y actuar

Juana debe entregar un informe en su trabajo pasado mañana. Redactar el documento le ha costado un poco; ha estado distraída y siente que no avanza. La situación le genera frustración y decide entonces acostarse a dormir toda la tarde. Al día siguiente, Juana se siente estresada, pues percibe que el tiempo no le alcanzará para cumplir con la entrega, finalmente y aunque, logra enviar el documento a tiempo termina sintiéndose mal.

Anécdotas como la anterior son comunes en nuestro diario vivir. Tomamos decisiones basándonos en estados emocionales, cómo si éstos nos impidieran actuar. Igualmente ocurre con los pensamientos, tenemos la idea equivocada de que «debemos pensar positivo para actuar bien». Kelly Wilson y Carmen Luciano (2002) se refieren a este fenómeno como la falacia cognitiva. La idea de que:

«Debemos sentir coraje para actuar con coraje, tenemos que pensar positivamente para tener éxito y creer que podemos ser amados para poder encontrar el amor, de manera que el bien hacer en la vida se ve determinado por la presencia de emociones y pensamientos positivos» (p. 39). Viéndolo así, pareciera que nuestras acciones están gobernadas por elementos transitorios e impredecibles.

Es curioso como a pesar de que sabemos que las emociones son «nuestro lado irracional» dejamos en sus manos la potestad de decidir. Cuando intentamos explicar nuestros comportamientos, aludimos a fenómenos que tienen que ver con el sentir: “no sentía ganas”, “no me sentía bien”, “lo hice para distraerme”, “no lo hice para no sentirme mal …” En últimas actuamos en función de si nos sentimos bien o no.

Vivir nuestras vidas de esta manera puede resultar un poco inconveniente. Evitar actividades que nos hagan sentir mal es una estrategia adaptativa, siempre y cuando no sea la única y no resulte más costosa.

Pensemos en Pedro, un hombre de 43 años se queja de que con su padre no se puede hablar y a pesar de que lo quiere mucho, ha dejado de conversar con él para no sentirse mal. Claro, se han evitado un par de discusiones, pero la relación ha terminado por deteriorarse. Lo que Pedro ha hecho para no sentirse mal lo ha llevado a sentirse peor.

Quizás lo que habría que hacer es aprende a distinguir entre acciones, sentimientos y pensamientos. Solo a través de las primeras es que podemos afrontar las situaciones, generar cambios y llevar a cabo comportamientos que nos permitan poco a poco construir la vida que queremos.

El sufrimiento humano es inevitable

La idea de que debemos evitar sufrir a toda costa se ha venido popularizando y ha causado un impacto negativo en nuestra salud mental. Incluso, las mismas estrategias para ser felices van en ese sentido: técnicas para evitar el estrés, consejos para eliminar las emociones negativas, actividades para controlar el miedo y la tristeza, entre otras. En últimas, es un desconocimiento de la naturaleza humana, a la cual un grado variable de sufrimiento es inherente. Al parecer: ser feliz se asocia a disfrutar todo lo posible, sin demora, y evitando cualquier tensión, sufrimiento y esfuerzo; una vida sin complicaciones es una vida feliz (Wilson & Luciano, 2002, 35).

Entonces, estar aburridos, cansados, tristes o desmotivados se traduce en ser infelices y estar mal. No es de extrañar que este modo de vida nos lleve a estar completamente insatisfechos y a ser proclives a la depresión y la ansiedad. Cuando la realidad aparece y vemos que en efecto tenemos momentos desagradables y dolorosos, nos resistimos a experimentarlos y terminamos por aislarnos de las cosas que nos importan.

Quizás sería más saludable aprender a distinguir entre acción, sensación y pensamiento y a saber que podemos sentirnos mal, pero estar bien.

Referencias

Los comentarios están cerrados.