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Espacios de lectura en el hogar

Tiempo de lectura: 3 minutos

Compartir espacios de lectura y diálogo en el hogar es algo muy poderoso, me referí a ello en otra entrada de este blog. En esta ocasión, quiero retomar el tema a propósito de una experiencia que me compartió un padre de familia; se trata de las tertulias dialógicas, un tipo de encuentro en el que se impulsa la conversación a partir de obras literarias, y se apuesta por la construcción colectiva de significado.

Según él, la experiencia con las tertulias dialógicas ha sido muy positiva, pues la conversación que tiene lugar durante estos encuentros impulsa en los niños la confianza, les permite saber que sus ideas y emociones tienen valor y pueden ser comunicadas.

Cuando los asistentes piden la palabra para comentar un pasaje del texto ingresan como iguales a un escenario de adultos. En ese contexto, querer ser escuchado, supone creer que lo que se tiene que decir es significativo, y que hay otras personas interesadas en oírlo. Este tipo de conversación sobre libros, afianza esa afirmación personal y además permite entrenar la escucha.

Hablar acerca de lo que leemos

Cuando hablamos sobre la lectura, el diálogo permite con frecuencia dar una forma nueva a nuestras ideas. Encontramos aspectos que pasamos por alto, o puntos de vista que ponen en crisis la interpretación que habíamos hecho.  Para que eso ocurra es necesario tener conversaciones reales y profundas.

En una maravillosa conferencia Ellen Duthie sostiene que la lectura de libros tiene el poder de impulsar el pensamiento cuando se apoya en el diálogo cuidadoso y atento.  Ella postula un tipo de conversación que permita que pasen cosas, que evite  usar al texto simplemente como el medio de explicitar algo. Porque una conversación sobre una obra de literatura solo impulsa el pensamiento, si se asigna en ella un espacio a la incertidumbre. De esa manera, tendremos exploraciones más ricas, que no acudan a la comodidad de la moraleja, al uso del libro a manera excusa, para hablar acerca de un tema definido antes de empezar la charla.

La conversación sobre libros debería promoverse en casa, pero incorporarla al hogar exige un nivel de apertura, una disposición para escuchar al otro. Si estamos dispuestos a valorar con atención las opiniones y emociones que producen los textos en los miembros de la familia, es posible que descubramos la riqueza de sus puntos de vista. Y a esto se pude añadir que ejercitamos valores fundamentales en las sociedades democráticas.

Hace mucho que sabemos que la competencia lectora no se desarrolla exclusivamente en las aulas. La existencia de contextos enriquecidos, en los que se estimule el encuentro con la cultura escrita y la conversación, pueden aportar de forma decisiva en el desarrollo de los niños y niñas.

Ejercitar sus habilidades para hablar acerca de lo que leen, es de gran utilidad a la hora de poner en palabras sus propias emociones, sentimientos y opiniones, es decir al adelantar de manera autónoma su exploración personal.

Conversar en casa

Metodologías como las tertulias dialógicas son una guía para que padres y mediadores, encuentren caminos más efectivos de contacto con la literatura y, en general, de encuentro con el universo de posibilidades que guarda la cultura escrita.

Quizá podría empezar hoy leyéndole en voz alta a su hijo o hija, algún cuento que haya marcado su infancia. Comparta el entusiasmo que esa narración le produjo, es probable que al hablar acerca de lo que sintió al leer la historia, puedan compararlo con las emociones que salieron a flote en los chicos. En ese caso, escúchelos con atención, sin juzgar lo que sintieron, más bien intente comprender por qué experimentaron eso, puede que por esta vía descubran juntos algo.

Además, quizá identifiquen algún detalle raro en la historia, una incongruencia que impulse el diálogo. Será necesario evitar las respuestas rápidas e irreflexivas y considerar las cosas cuidadosamente. A fin de cuentas, hablar, sentir que nos escuchan y que alguien se preocupa por comprender lo que experimentamos es algo que apreciamos y perseguimos a lo largo de la vida. 

Las conversaciones en familias sobre libros ofrecen una oportunidad para fortalecer los vínculos afectivos y desarrollar la empatía, así como las competencias para el uso de la cultura escrita. Pienso que definitivamente vale la pena leer algo, conversar y ver qué pasa.

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